José Mujica lleva casi 30 años viviendo en su rancho, un lugar para vivir muy raro para un presidente del Gobierno. “La culpa la tienen los otros presidentes, no yo. Lo raro es cómo viven ellos. La mayor parte de la gente que compone las naciones no vive como viven los presidentes. Los presidentes entran a vivir como viven la minoría de los países. Y las repúblicas vinieron para suscribir un concepto: nadie es más que nadie”, comenta el dirigente.
Además asegura que “se supone que la democracia intenta ser el gobierno de la mayoría. Yo estoy viviendo como vive la mayoría de la gente en mi país. La mayoría. Hay una minoría que vive mucho más ostentosamente. Y a los presidentes los tratan de meter en un sistema parecido a cómo vive la minoría poderosa. Y es bueno vivir como se piensa; de lo contrario, pensarás como vives”, asegura.
"Las repúblicas vinieron para suscribir un concepto: nadie es más que nadie"
Jordi le comenta que en España se dice que la crisis es por culpa de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Sin embrago, Mujica no cree estar viviendo por debajo de las suyas. “Yo vivía así antes de ser del Gobierno, y sigo viviendo igual”, asevera. Lleva viviendo en su rancho 28 años y pico. Y solo hace cuatro que es presidente del Gobierno. “Siempre he vivido aquí. Sería un disparate cambiar ahora, ¿verdad?”, le dice al periodista.
Para él no es ningún sacrificio. “No es que yo sea un cartujo. No, no, no. Desde el punto de vista de la filosofía de la vida, pienso que es mejor vivir liviano de equipaje. Con poco, con lo justo y poca complicación desde el punto de vista material, porque si tienes mucha complicación, tienes que gastar mucho tiempo en esas cosas de la complicación y no te queda tiempo para las cosas que a ti te motivan. Es decir, la sobriedad. No quiero usar nunca más la palabra "austeridad", porque la prostituyeron en Europa. La austeridad es dejar a la gente sin trabajo y todo eso. Sobriedad, vivir con lo justo.”, asegura.
En el camino que da acceso a la casa de Mujica, no hay mucha seguridad. Sólo una garita con dos policías y dos conos en el camino. “Y sobra”, asevera. Y es que los presidentes que tienen gente que les rodea, que les envuelve “es como un muro que te separa de la gente”, comenta el presidente uruguayo. Mujica cree que “el distanciamiento de los gobiernos del modo de vivir corriente de la gente, termina colocando a una distancia que la gente termina despreciando, y termina despreciando la política”, asevera.
El presidente confiesa que tiene una casa presidencial donde debe vivir el presidente, donde hay “42 funcionarios inútiles, porque el presidente no vive. Y hay que pagarle los 42 sueldos. Y esos 42 sueldos me darían para mantener un liceo tranquilamente”. Algo que no cambia porque si dijera de vender la casa presidencial, “me matan en este país”, comenta.