La tradición catalana de comer canelones el día después de navidad es el punto de partida de una conversación entre la familia Moliner y Pedro Sánchez acerca de la cuestión autonómica. El secretario general del PSOE pregunta al resto de la mesa si "con el tema catalán" es más difícil hablar de política. Eloi Moliner admite que "según en qué familias ha representado una ruptura". Sin embargo, añade que "en cataluña no pasa nada", pero se trata de un tema que está a flor de piel, en el que la pasión juega un papel importante.
"Debemos explicar fuera de Cataluña que en Cataluña hay un problema que hay que resolver"
Por su parte, Pedro Sánchez reconoce que "la responsabilidad que tenemos los partidos políticos de ámbito nacional es también explicar fuera de Cataluña que en Cataluña hay un problema que hay que resolver". El líder del PSOE se refiere al llamado "derecho a decidir" como "un eufemismo para referirse a la independencia de cataluña". En su opinión, el plan de los soberanistas consiste en que "fracturemos España" y luego "negociemos los términos de esa fractura".
El secretario general del PSOE aboga por que "demos una oportunidad a una negociación y a un acuerdo" y que "luego votemos". Preguntado por la familia Moliner sobre si estaba en contra de que los catalanes voten, Sánchez afirma: "Yo no estoy en contra de que votéis, al contrario quiero que votéis dos veces". En ese sentido, propone que se vote primero "una nueva constitución" y luego "un nuevo estatuto que recoja la singularidad de la sociedad catalana".
Jordi Évole trata de ponerle en la situación de que esa doble votación que propone tuviera la negativa del pueblo catalán, pero Sánchez se niega a contemplar ese escenario: "Te veo muy negativo, Jordi. No me lo puedo imaginar". Asegura que en este momento "las posiciones están muy enconadas", pero no descarta que en un futuro esta situación pueda cambiar.
Doce partidos, tres meses de sanción
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