Jordi Évole comienza la entrevista a Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, saludando en general porque hay tanta policía alrededor de la embajada de Ecuador en Londres que es algo que no le extrañaría. Julian corrobora que seguramente haya alguien escuchando porque “es su trabajo”.
Lleva un año recluido en la embajada de Ecuador en Londres. Asegura que está bien y que es interesante que algunos periodistas parezca que quieren escuchar que “estoy sufriendo terriblemente, pero estoy haciendo el trabajo de mi vida”. Una situación satisfactoria a pesar de las difíciles circunstancias.
Comenta que no escribe e-mails, lo hacen sus abogados porque los correos pueden ser utilizados en un proceso de espionaje. “Hay que tener cuidado”. Y es que “es la manera menos segura de comunicarse”.
En cuanto a que España no tenga Ley de Transparencia, declara que en EEUU la tienen y abusan de los ciudadanos. Sin embargo, “se están encontrando maneras para hacer que todo sea clasificado y esconderlo al público”.
Julian explica que los gobiernos “muy frecuentemente” utilizan la Ley de Transparencia como coartada. Comenta que cuando en el Reino Unido pedían información bajo esta ley, se horrorizaban de que existiera. Una vez que entendieron de su existencia, cumplieron con ella, pero descubrieron “formas de esquivar la ley con excepciones”.
Asegura que hay que mirar caso por caso si un Estado totalmente transparente sería ingobernable. Comenta que “no hay que poner restricciones a la transparencia por defecto” porque “por defecto, el Estado tiene que ser completamente transparente”, pero en algunos casos “puede retener información durante un periodo limitado de tiempo”.
El fundador explica que las informaciones que WikiLeaks publicó en seis años “nunca han provocado daño físico a nadie”.
Aconseja, que en la Ley de Transparencia española tiene que aplicarse a las empresas que trabajen para el Gobierno porque son las que hacen el trabajo sucio.
Gran parte de los archivos de la guerra de Irak a WikiLeaks se lo administró el soldado Manning. En EEUU le consideran un traidor. Julian asegura que la única denuncia que tiene es “por informar a la ciudadanía”. Va a ser juzgado por el vídeo de la masacre desde el helicóptero en Bagdad, donde se ve el asesinato de dos periodistas y varias personas. Évole recuerda el vídeo.
Con esas imágenes, WikiLeaks consiguió que se indignara mucha gente. “Cambió la percepción política sobre la guerra de Irak. El Gobierno de Irak decidió que si las fuerzas de EEUU iban a permanecer en Irak no podían tener inmunidad”. Las fuerzas solo se quedarían si existía esa inmunidad, como no la hubo, “EEUU se fue de Irak", explica.
"No se hace referencia a todo lo que hice"
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