En Bruselas los lobistas no se esconden pero “sí, sus tácticas”, declara Belén Balanyá, cofundadora de Observatorio Europeo de Corporaciones (CEO). No hay una cifra exacta de lobistas en Bruselas “entre 15.000 y 30.000”. Se registran “voluntariamente” y “no es efectivo”.
Es importante ser lobista porque “hay mucho espacio para que el lobby pueda influir y puedan moldear las políticas en su interés”. Manejan unos 3.000 millones de euros. Desde la asociación hacen rutas guiadas por lugares del lobbismo. Belén le enseña a Jordi algunos lugares y van a comer a un lugar rodeado de lobistas. Y es que, “gran parte del lobby surge por comidas, cenas…”
Existe un código de conducta que dice que el lobby "tiene que desempeñar su función en el interés público, no aprobar enmiendas a cambio de dinero, no aceptar viajes con todo pagado”. “Es una obviedad pero en Bruselas no lo es”.