En el Parlamento Europeo ya hay iniciativas para impedir las prácticas oscuras de los 'lobbies': "Hay un registro muy claro, y un seguimiento también de las reuniones que tienen parlamentarios, funcionarios, con ellos", explica en el vídeo sobre estas líneas José María Beneyto, director del Instituto de Estudios Europeos en la Universidad San Pablo CEU.

"Para poder entrevistarte con parlamentarios, comisarios, te exigen haberte registrado previamente", apunta por su parte Paula Lamoso, profesora de Estudios Internacionales de la Universidad Loyola, que también señala que "poco a poco estamos caminando a que esto sea más abierto, transparente, común". 

Sin embargo, el problema es que, a día de hoy, apenas existen datos oficiales. Sí sabemos, por ejemplo, que una de las que más gasta en 'lobby' para intentar influenciar en la legislación europea es una empresa tecnológica. En su caso, ni los 6 millones y medio que gastaron en 2022 fueron suficientes para doblar el brazo a Europa, al menos en el caso de incorporar cargadores universales a sus productos. 

Una pequeña gran victoria, imposible sin la Unión Europea: "El hecho de que haya 500 millones de consumidores en la Unión Europea es lo que nos da la fuerza como para hacer determinadas normativas que luego tengan que cumplir las grandes multinacionales", afirma Claudi Pérez, director adjunto de 'El País'. Más de 7 décadas después, la Unión Europea se mueve en un entramado en el que hay más de 12.000 'lobbies' inscritos. De ellos, un 53% son empresas y un 28%, ONG.