Por nuestra manera de producir y consumir, parece más rentable a corto plazo cultivar grandes extensiones de un único alimento. Sin embargo, Ignasi Bartomeus, investigador de la estación biológica de Doñana, cree que sería mejor parar tanto crecimiento: "Cada vez necesitamos tener más materiales y consumir más energía, entre ellas los alimentos y todo ello hace que nuestro uso de la superficie del suelo, de la destrucción de hábitat, tenga unos impactos desmesurados en la naturaleza", explica.
A pesar de todo, se muestra optimista y defiende que si producimos de otra forma, podemos evitar el desastre: "Hay muy pocas extinciones de especies todavía. Si cambiamos la forma en que estamos manejando los ecosistemas, estas poblaciones pueden recuperarse", afirma el experto, que destaca las iniciativas que se están llevando a cabo en el mundo de la agricultura, mucho más sostenibles.
En este sentido, el investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, Antonio Turiel, señala que "hay que dejar de pensar en el producto ecológico como producto de lujo y empezar a pensarlo como el producto necesario e inevitable para garantizar la sostenibilidad": "Aunque no queramos, se va a convertir en eso por escasez de todo lo demás", zanja.