Después de largos días de combates, la 'Operación Reconquista' fracasó en la capital del valle de Arán: Vielha. El líder de los guerrilleros, Vicente López Tovar, decide frenar. "Piensa que hay una guarnición importante y no se decide a tomarla", afirma el historiador Manuel Martorell. 

El régimen franquista, que en un principio lo oculta a la ciudadanía, ahora sí celebra en prensa haber "eliminado a los rojos que irrumpieron en el valle de Arán" y presume del apoyo de una población civil, también clave para el fracaso de los guerrilleros.

"Pensaban que los pueblos del Pirineo iban a sostenerles y la gente no estaba en contra, pero tenía miedo", comenta Irène Tenèze, hija del general comunista Luis Fernández. 

Agotadas las posibilidades de victoria, toca la retirada diez días después de la invasión del Valle de Arán. Una marcha de la que hoy siguen existiendo dos versiones. Una, la de Santiago Carrillo, que según explica el doctor en Historia Contemporánea Fernando Hernández, aseguraba que su orden de retirarse "contribuyó a salvar vidas".

La otra, la del coronel Vicente López Tovar, mando militar de la operación, que en su autobiografía, mecanografiada por él mismo, acusa a Carrillo de atribuirse la retirada para ganarse simpatías y recuperar militantes, cuando según él, "Carrillo no tuvo nada que ver con la decisión".