En lo más alto de los cargos de la Caja que dilapidaron 15 millones y medio de euros con sus tarjetas de crédito invisibles aparece  Ildefonso Sánchez Barcoj.

Fue el director financiero, pasó 34 años en la entidad y tiró de tarjeta negra más que nadie: casi 485.000 euros que le sitúan en el número una de nuestra lista.

Barcoj era el que repartía juego. Un crupier como el del póker, pero en vez de cartas, tarjetas de crédito. Premiaba o castigaba a los consejeros subiéndoles o bajándoles el límite de gasto.

Sánchez Barcoj no fue colocado por ningún partido político. Fue Miguel Blesa quien le puso ahí. Por eso, cada vez que Barcoj declara ante el juez, le llaman chorizo.

Tras descubrirse el escándalo, Barcoj ha publicado una carta en la que se justifica. Asegura que las tarjetas no eran opacas, que gastó sin saber que estaba mal y que devolverá el dinero: Los 484.200 que gastó con el plástico.

Medio millón es mucho pero también lo era su salario. En los últimos 4 años cobró en total 10 millones de euros.

Miguel Blesa no era precisamente el rey de la discreción. Estuvo más de una década al frente de Caja Madrid. Además de inventarse presuntamente el sistema de las tarjetas negras, él habría quemado la suya por un total de 436.000 euros.

Dos ejemplos según El País, 9.000 euros en un safari en África y otros 10.000 sólo en vino. Su tope teórico de gasto estaba en 5.000 euros mensuales. Pero Blesa vivía por encima de las normas.

20.000 euros se pulió sólo en su último mes al frente de la caja. Fue su forma de decir adiós.