En 2022, Elon Musk compró Twitter por 44.000 millones de dólares. Desde aquel primer día en el que llegó lavabo en ristre, la red social ha cambiado mucho y no solo por haber sustituido el célebre pájaro azul por una X.

"Lo primero que hizo fue despedir a la gente, sobre todo en el ámbito de la moderación y la seguridad", comenta Javi Salas, jefe de la sección de Tecnología de 'El País'. "Cuando Twitter era Twitter había moderadores de contenido que evitaban discursos de odio o noticias falsas, pero una vez se quiere una presunta libertad de expresión absoluta, las mentiras también pueden circular con libertad absoluta y eso para Elon Musk no es un problema", apunta Marta García Ayer, periodista de 'El Confidencial'.

Para Salas, "la red social Twitter ha empeorado muchísimo en la difusión de discursos de odio, homofóbicos, contra el colectivo trans, racistas, antisemitas...". Precisamente uno de esos discursos antisemitas apoyado por Musk hizo que tuviera que viajar a un campo de concentración. Varios anunciantes habían retirado su publicidad y él respondió con chulería: "¿Chantajearme a mí con dinero? ¡Que os jodan!".