En la muy solemne Semana Santa de Sevilla, una hermandad, la de Los Negritos, habla de un pasado olvidado de nuestro país, cuando en el siglo XIV se subastaban esclavos africanos. "Llegó a haber un 10, 11 o 12 por ciento de población negra en Sevilla y mucha gente se sorprende", comenta Isidoro Moreno, antropólogo y hermano de la cofradía, que recuerda que "a Sevilla en alguna obra del teatro clásico se le llama ciudad del ajedrez por lo de blancos negros, blancos, negros".
En esa época, empezó a dar sus primeros pasos la Cofradía de Los Negritos, que todavía hoy conserva símbolos de ese pasado. "La negritud es algo que se conserva en la propia cofradía, de ahí que haya ángeles blancos y ángeles negros", explica Isidoro en el vídeo sobre estas líneas.
Hace seis siglos, esta hermandad servía a la población negra como refugio y, de paso, se les cristianizaba para que no fueran simples esclavos. "El hecho de que la cofradía saliera en la calle la noche del jueves santo a la vez que estaban en la calle las cofradías más importantes de la gente más importante de la ciudad. Evidentemente esto empoderaba al menos simbólicamente a quienes formaban parte del estrato más inferior, más dominado y más excluido de la sociedad que era el estrato de los negros", apunta el antropólogo.
Hoy, en la Hermandad de Los Negritos solo quedan símbolos y algún detalle, como el ritmo de bolero que recuerda que Antonio Machín interpretó 'Angelitos negros' para homenajear a la hermandad. "Su relación con la hermandad es a través de un hermano suyo que yo conocí cuando era joven y formaba parte de la junta de gobierno de la hermandad y, claro, cuando venía su hermano a Sevilla pues venía a la hermandad", recuerda Isidoro.
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Su alcalde lo explica
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