Villacís o Ayuso, ejemplos
El escritor Mauro Entrialgo explica qué es el 'malismo', o la "ostentación del mal como propaganda para conseguir beneficios"
Mauro Entrialgo es un dibujante y escritor que en su último libro habla del 'malismo', una tendencia que se basa en "chulear de tus propias maldades con el objeto de conseguir un beneficio, que puede ser comercial, electoral, o monetario".
En los años 20, en el Gobierno estadounidense había grandes empresarios y financieros, que acabaron enriqueciéndose por prácticas monopolísticas en uno de los periodos más corruptos de su historia que desembocó en el 'crack del 29'.
Ahora, la multimillonaria administración Trump, formada por hasta 12 multimillonarios como él, vuelve a la doctrina de la bajada de impuestos y a la desaparición de toda regla que discuta mínimamente el enriquecimiento de fortunas como la de Jeff Bezos, el dueño de Amazon.
Un discurso que aquí propagan los youtubers, que se publicitan como nuevos ricos con un discurso contrario al beneficio colectivo. "Ahora mismo ven que los millonarios y a quienes quieren parecerse y tienen más poder son gente muy chunga y muy malos y entonces dicen: 'Para hacer como que soy millonario voy a ser yo también malote", afirma Mauro Entrialgo, dibujante y escritor que en su nuevo libro habla de un nuevo concepto que ha bautizado como 'malismo'.
"Es la ostentación del mal como propaganda, es decir, reconocer o chulear de tus propias maldades con el objeto de conseguir un beneficio, que puede ser comercial, electoral, monetario o de simple relevancia", explica Mauro en el vídeo sobre estas líneas.
El 'malismo' como estrategia política paradójicamente ahora puede traer votos. Como ejemplo, el escritor recuerda el "que se jodan los parados" de Andrea Fabra o cuando Begoña Villacís se grabó y se hizo fotos destruyendo unas chabolas: "Eso es un malismo claro", asegura mientras también comenta el "me gusta la fruta" de Isabel Díaz Ayuso.
Para Carme Colomina, investigadora en desinformación y política global de CIDOB, considera que "la capacidad de desafiar determinados discursos, de provocar, acaba imponiéndose, consigue ser más seductora".