Elon Musk es hoy un magnate que exhibe su excentricidad. Le gusta llamar la atención, y mucho, con sus habituales bailoteos. Musk ha llegado a fumarse un puro cargado de marihuana en plena crisis de una de sus empresas y con los accionistas entrando en pánico.

Es excéntrico incluso con el nombre de sus hijos. Tiene 12 en total con tres mujeres distintas y Techno Mechanicus es el nombre del tercero. Otro de ellos, [[LINK:INTERNO|||Article|||669a57cf57e8b0e4a16bac23|||llamativamente bautizado como X Æ A-12]].

Musk es alguien que parece sentirse más allá del bien y del mal, que incluso ha incorporado a los coches Tesla pequeños recursos de tinte infantiloide, como el megáfono o programar los asientos para que suene el efecto de una flatulencia.

"Parece que tiene una especie de crisis de madurez", señala el periodista Carlos del Castillo, mientras que Marta García Aller considera que "forma parte de lo que le convierte en una excentricidad": "Una vez convertido en un hombre millonario y poderoso ha conseguido que sea parte de su leyenda", añade.