¿Qué pasó con los soldados republicanos cuando terminó la Guerra Civil? "A la cárcel y, luego, a los tres campos de concentración", recuerdan y confiesan que "fue terrible". "El campo era necesidad absoluta, frío, hambre y la amenaza de que en cualquier momento te podían ejecutar o que te podías morir por enfermedad porque no eras atendido en condiciones", explica una experta a laSexta Columna.

Jaume fue uno de esos soldados republicanos que acabó en uno de esos 300 campos de concentración que el franquismo levantó en España. "Nos metieron allí sin camas, todo lleno de gente empujándose, los piojos que había saltaban, después supe que eran 3.000 personas", recuerda Jaume sobre cómo vivían amontonados en un edificio de Santoña, que en la actualidad vuelve a ser un instituto tras su oscuro pasado. Allí, Jaume sufrió los palos de unos nada amables carceleros. Mientras jóvenes como él eran apaleados, la dictadura presumía de cómo vivían los prisioneros 'rojos' de la guerra, incluso, mostrando menús falsos.

Jaume recuerda emocionado cómo hacían cálculos para que el pan les llegara hasta por la noche. Aunque, sin duda, el momento más impactante fue cuando, al salir del campo en sus primeros pasos de libertad, chocó con la decadente realidad de su reflejo. "Me miré, me puse a llorar", cuenta entre lágrimas y con la voz entrecortada Jaume, que explica que estaba igual que la gente de los campos de concentración de los nazis en Polonia. Puedes ver su entrevista en el vídeo de arriba.