Virginia se presenta en laSexta Columna: "Soy enfermera de urgencias de la Comunidad de Madrid y estoy contagiada de COVID-10". Como enfermera, esta sanitaria ha luchado contra muchas enfermedades. Pero ésta es nueva, y provoca síntomas nuevos.
Ella intenta tomarse esta situación con humor: "Nota graciosa de todo, sigo sin gusto y sin olfato después de una semana, y ¿sabéis cuál es el colmo del aislamiento domiciliario? Que tu madre te haga cocido y no te sepa absolutamente a nada".
No obstante, intentar sacar una sonrisa en una circunstancia así es como encontrar petróleo; día a día, grabación tras grabación, su frustración crece, y con ella la ansiedad. "Los días se están haciendo largos, y sólo llevo dos. Es un poco agobiante a veces. Estar entre cuatro paredes todo el tiempo se hace pesado, duro. Estoy muy nerviosa", relata.
Con Virginia, laSexta Columna ha visto cómo día a día su ilusión se iba nublando, aunque la esperanza está ahí, y así lo cuenta: "Hago una lista mental de todas las cosas que quiero hacer cuando toda esta pesadilla termine, y creo que lo primero será coger a mi perro, salir a la calle y estar una hora paseando con él".
Como todos, sólo quiere que la vida, cuando acabe el confinamiento, sea normal: "El mensaje que tengo para todo el mundo es que ya queda menos para que esta pesadilla termine y volvamos a retomar nuestras vidas tal y como eran antes del coronavirus".
"El hecho de que lo llevemos mejor o peor va a depender, por un lado, de cuánto dure este confinamiento, y también de cómo se produzca esa salida de casa. No tenemos claro si vamos a salir todos a la vez, o por partes, y en qué medida se va a producir esa adaptación a nuestra vida normal. Va a ser un elemento clave", ha señalado en laSexta Columna Marga Torre, doctora en Sociología.

laSexta Columna en Valença
¿Por qué en Portugal se compra el triple de coches eléctricos que en España? Pedro Fresco explica el motivo
En este vídeo, laSexta cruza la frontera para averiguar por qué en Portugal las ventas de coches eléctricos rozan el 20%, frente al 5,6% de España. Las ayudas gubernamentales para las flotas de vehículos, la clave.