laSexta Columna ha conseguido hablar con uno de los espías del CESID activo en los 80. Entre los nombres que utilizó para ocultar su identidad destacaba Julián Roig: "Era uno de mis nombres preferidos", ha destacado.
Roig ha narrado para laSexta Columna que la misión de la KGB en España era desestabilizar el país. En plena reconversión industrial, los astilleros de Puerto Real eran un a gran oportunidad, por eso, según ha explicado Roig, se iban al Puerto de Jerez con su coche, ellos alquilaban uno allí y se desplazaban a Cádiz en una agencia de viajes, "luego se iban a astilleros".
"Ellos tenían la misión de interferir en lo que era una reivindicación justa hasta que se convierte en una manifestación violenta. Subvencionaban lo que luego eran unas manifestaciones salvajes", ha asegurado el espía.
Los seguimientos a los espías rusos acababan en el mismo aeropuerto, cuando se iban: "En un bar del aeropuerto de Jerez, me senté al lado del ruso, le observé y cuando terminé de mi café me dijo la camarera 'le acaba de invitar este señor', le dije gracias en ruso y me fui". "Era evidente que ellos sabían que nosotros estábamos detrás de ellos", ha sentenciado.

El camino de una finca, el móvil
Un "tío raro", 47 gramos de cocaína y un mensaje a la Guardia Civil: así se fabricó el montaje para acabar con Juan Clavero
Juan Clavero, histórico activista ecologista, detalla en este vídeo cómo fue el complot de los responsables de una finca contra la que protestaba para que acabara en la cárcel por tráfico de drogas.