Las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus preocupan a partidos de izquierdas y derechas. La crisis económica que ya ha traído la pandemia pone en serio peligro a los que menos tienen, que precisan de ayudas del Estado.

Así, lo que antes eran denominadas por el PP medidas con "tufillo bolivariano", ahora son incluso propuestas de los 'populares' de hoy. El propio líder del PP, Pablo Casado, afirmaba en 2019 que la renta mínima vital era "pagar por no trabajar" y aseguraba que para conocer sus consecuencias solo había que "coger un avión y visitar Cuba".

Sin embargo, el pasado mes de abril Casado aseguraba que antes de salir del Gobierno su formación ya planteó que tenía que haber "una centralización de esas ayudas para que no dejen de llegar a quien lo necesita y para que no haya duplicidades".

Lo cierto es que únicamente la llevaban en su programa electoral Unidas Podemos. Iglesias apelaba a un Ingreso Mínimo Vital que ya existe en países como Francia, Italia o Reino Unido.

Y que en España el Congreso, pidió que estudiara un organismo independiente: la Airef, por entonces presidida por José Luis Escrivá y que hoy es ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Pero a este tipo de rentas les acompaña un riesgo, lo que los expertos llaman "la trampa de la pobreza". Juan Ramón Rallo, doctor en Economía, considera que el Ingreso Mínimo Vital puede ser una excusa o pretexto para "rechazar empleos y vivir a costa de los demás".

Sin embargo, Escrivá ha afirmado a laSexta Columna que en los países en los que se ha implantado este ingreso no tienen afectado su mercado de trabajo, sino que se trata de un "arranque a una transición a una situación mejor en la sociedad".