laSexta Columna se traslada hasta Petare, la barriada más grande de Caracas, donde habla con Vicente Páez. En el vídeo sobre estas líneas, este hombre afirma que en 1998 votó a Hugo Chávez "porque representaba en ese momento un cambio ante lo que estaba anteriormente". Hoy atiende al programa en unas estrechas escaleras. Prefiere no hablar en su casa porque sus padres, que viven con él, son chavistas y él hace tiempo que se desilusionó. 

"Yo no voté porque la familia se dividiera, yo no voté para que expropiaran las empresas, yo no vote para que la gente se fuera del país y menos voté para que se hicieran unos círculos del terror que vinieran a las comunidades a someter o intimidar a la gente", afirma. 

Petare, bastión de votos chavistas, hoy parece más dividido: "El éxito de lo que tuvimos también el 28 de julio fue que muchos chavistas se cansaron y dijeron que queremos un cambio para el país", explica Vicente, que asegura que en estos momentos "hay una tristeza colectiva y hay un silencio dentro del barrio que hace bulla".

Vicente, ahora opositor, se rompe ante la cámara al contar cómo amigos suyos han abandonado Venezuela estos días para siempre. "A mí me da dolor. Ayer despedí a dos amigos y yo pensaba que eso se había acabado", comenta entre lágrimas, asegurando que le dicen cosas como que "me tengo que ir porque mis hijos no tienen futuro aquí, me tengo que ir porque me señalan en el barrio".

"No fue a Edmundo al que le hicieron daño, sino a cada venezolano que votó", apunta rotundo, antes de reclamar que "queremos justicia y poder vivir en una verdadera democracia donde podamos elegir como debe ser".