En las últimas semanas el nombre más repetido es el de Luis Bárcenas. De hecho, su dedo corazón alzado al aire, resume la distancia entre cargos públicos y ciudadanos.

Los escándalos de presunta corrupción han llegado tan alto, que golpean a la cúpula del Gobierno. De ahí que además del extesorero se nombre a Ana Mato y Sepúlveda y al Palma Arena. Pero el Partido Popular no es el único con problemas. José Blanco, ex ministro socialista, está imputado en el caso Campeón y varios exaltos cargos del PSOE andaluz están inmersos en el juicio por el caso de los EREs fraudulentos.

Supuestamente, usaban dinero público destinado a ayudar a empresas en crisis para favorecer a compañías amigas. Jefes y trabajadores se habrían llevado ayudas desorbitadas a dedo. Incluso gente que presuntamente nunca trabajó para ellas habría disfrutado de suculentas indemnizaciones y prejubilaciones.

Son malos tiempos también para la política en Cataluña. La Fiscalía Anticorrupción pide la imputación por tráfico de influencias de Oriol Pujol, secretario general de Convergencia e hijo del expresidente de la Generalitat.

Y dos de sus hermanos, Jordi Junior y Josep, reconocen tener dinero en paraísos fiscales y haber lavado más de cinco millones de euros gracias a la amnistía Montoro.

Además, la exnovia de Jordi Pujol hijo, ha denunciado que viajaron juntos a Andorra con bolsas llenas de billetes de 500 euros. Según varios medios de comunicación, la mujer se reunió en 2010 con la líder del PP en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, para contárselo todo. Aunque la sorpresa es que no estaban solas, ya que  una agencia de detectives, Método 3, habría grabado la conversación. Cuatro miembros de la agencia acaban detenidos.

"Se nota a todos los políticos que están necesitando hacer algo para que la sociedad no estalle más, aunque el principal problema que se encuentran es que no quieren pisar demasiado el acelerador porque tienen los pies bastante manchados de barro", reconoce el periodista Iñaki Gabilondo. Por su parte, German Yanke considera que "no hay que generalizar a todos los políticos".