Las almazaras en las que espera el codiciado aceite están hoy bajo sospecha por un motivo: la especulación, y que lo estén reteniendo esperando a que su precio suba para venderlo. Sin embargo, las asociaciones de consumidores denuncian que está habiendo especulación en el mercado del aceite, aunque en el sector defienden que nadie tiene capacidad para generar subidas de precios importantes. El problema, según dicen, está en el clima.
Los agricultores creen que podría haber más transparencia para saber qué margen se queda cada parte de la cadena desde el campo hasta el supermercado. Así, si alguien estuviera disparando sus beneficios se podría identificar. Mientras, los productores sí apuestan por comprar directamente el aceite de oliva a ellos, sin pasar por intermediarios.
Javier Roldán, administrador de la almazara Roldán Oliva, defiende que lo que sale directamente del campo "es mejor y más rico". "Económico no lo sé, porque nosotros vamos al día con los precios", expresa. En la misma línea, Cristóbal Cano, secretario general de UPA Andalucía, defiende que "desde el origen, el consumidor tiene la garantía de que compra en el origen del aceite de oliva, es dinero para las zonas rurales".