El camino de una finca, el móvil
Un "tío raro", 47 gramos de cocaína y un mensaje a la Guardia Civil: así se fabricó el montaje para acabar con Juan Clavero
Juan Clavero, histórico activista ecologista, detalla en este vídeo cómo fue el complot de los responsables de una finca contra la que protestaba para que acabara en la cárcel por tráfico de drogas.

En el corazón de la Sierra de Grazalema, en Cádiz, se libra una lucha colectiva en la que Juan Clavero es uno de sus principales rostros. En el vídeo sobre estas líneas, el histórico activista medioambiental detalla los encontronazos con los guardias de seguridad de una finca, que han llegado a "amenazarnos" con rottweilers y "nos han intentado arrastrar con los alambres de espino".
El motivo de la disputa es un camino público que el propietario de la finca ha cerrado, y por el que Clavero llegó a ser víctima de un complot por el que la Policía le detuvo tras encontrar 47 gramos de cocaína en su furgoneta. "Si Juan no tiene el respaldo colectivo y social que tuvo, lo hubiera pasado mal y no sé cómo hubiera terminado", defiende su compañera en Ecologistas en Acción, Lola Yllescas.
Sobre la persona que había colocado la droga en su vehículo, Juan explica que valoró varias opciones, hasta que al analizar lo ocurrido el día de su detención, él y sus compañeros reparan en Manuel Alcaide, un hombre que se había "colado" en la ruta reivindicativa que hicieron ese día "sin saber a lo que venía": "Yo hablaba con mis compañeros y decía 'qué tío más raro que es', pero no se me habría ocurrido jamás pensar que ese señor llevaba encima 47 gramos de droga en la mochila con intención de metérmela en la furgoneta".
Atando cabos y gracias a la colaboración ciudadana, Juan y sus compañeros de lucha descubren que el extraño de las fotos es, casualmente, amigo de uno de los capataces de la finca. Clavero recuerda que incluso en su juicio, el gerente de la finca "reconoce que lo habían contratado para infiltrarse". Además, Manuel Alcaide acaba confesándose culpable de meter la droga en la furgoneta de Juan, nada menos que 47 gramos de cocaína para consumo propio.
De paso, Manuel cuenta que casualmente decide chivarle al gerente de la finca que hay droga en la furgoneta del ecologista. Es entonces cuando la Guardia Civil para la furgoneta de Juan Clavero y la registra. No encuentran nada y entonces el agente recibe un mensaje en su móvil del gerente de la finca al que ha tenido acceso laSexta Columna: "Detrás del asiento copiloto, borra esto".
"Es muy fuerte tener la maldad de organizar una trampa para meter a un inocente en la cárcel. Hay que ser miserable", afirma rotundo Juan Clavero. Junto a Manuel Alcaide y José Miguel Herrera, el gerente, dos capataces de la finca se terminaron sentando en el banquillo. La acusación popular pidió para los cuatro siete años de cárcel.