Es hijo de falangista, pertenece al Partido Socialista Obrero Español y tiene a sus espaldas una carrera política de lo más brillante. Ha sido Presidente del Congreso de los Diputados, de Castilla-La mancha y  ministro de Defensa,  hasta que en 2006 presenta su dimisión por motivos personales.

Se define como un socialista católico y se muestra comprensivo e indulgente con el aborto. Actualmente, y después de 32 años entregado a la política, ha vuelto a ejercer su profesión, la abogacía.

Sobre la actual situación de España, Bono nos ha contado que considera que no se le debe restar importancia a su gravedad porque hay “un nivel importante de descrédito de la política en prácticamente todos los ámbitos”.

El exministro considera que la solución desde la clase política debe ser abandonar la prepotencia, reconocer que se han cometido errores y “afrontar el mal no con una aspirina, sino con reformas profundas”.

“La gente no es idiota y sabe cuando se le engaña”, ha asegurado Bono en relación con la transparencia en política y los temas de corrupción.

“Al señor Bárcenas, en el PP le tienen mucho miedo. Cómo no van a tenerle miedo si hasta el mes de enero le han estado pagando más de 20.000 euros mensuales de dinero público”, considera José Bono que, a su vez, señala que el problema del PP es que no "les cree nadie".

Este problema del Partido Popular tiene mucho que ver, según Bono, con que “el PP no ha denunciado a Bárcenas por lo penal, lo han hecho de manera civil. Están prisioneros y no se han atrevido".