José Luis Herrero es una persona que, a pesar de tener un trabajo indefinido y un buen sueldo, ha visto cómo el coste de su hipoteca variable ha subido de manera preocupante: "El año pasado estaba pagando 600 euros, la última revisión, en octubre, 970 y ahora viene otra en abril que creo que estará en torno a los 1.200-1.300", explica José Luis, que además añade que, en su siguiente revisión, "se aplica que es una cuota creciente".
Para afrontar esta complicada situación, asegura que "el banco es el último con el que estoy pudiendo hablar", si bien indica que se ha puesto en contacto con un abogado y ha enviado una instancia a Consumo de su comunidad autónoma con una "sentencia del Banco de España donde dice que la cláusula creciente es abusiva".
Al no recibir tampoco respuesta, afirma haber enviado un burofax al presidente de su región "pidiendo que derive mi instancia a la oficina de Consumo balear, que sí está dando como favorables estas sentencias y sancionando a la banca".