La propuesta de Gallardón de reducir el número de aforados de 17.621 a 22 ha tenido una buena acogida. Para Alberto Garzón es necesario a pesar de que él perdería la condición de aforado porque va adjunto a la condición de ser diputado en el Congreso: “Yo soy de los que piensan que condición de un político debe ser la misma de un ciudadano normal y por lo tanto el aforamiento es un exceso”.

El diputado de Izquierda Unida ve ligado el aforamiento con el encubrimiento de los delitos: “Suele servir para cubrir delitos o como mínimo para retrasar el procedimiento judicial y de esa forma facilitar que esa persona pueda librarse en última instancia”. Por este motivo, el político se muestra partidario de quitar el aforamiento a todos los políticos aunque “el caso de jueces y fiscales, gente de la instancia judicial, podría tener sus complejidades”.

Garzón se muestra contrario al aforamiento de los políticos pero el aforamiento que ve más “obsceno” es el de la Casa Real: “Lo que es verdaderamente obsceno es el aforamiento de la Casa Real porque desde la Constitución hasta este mecanismo sirven para proteger y encubrir posibles delitos del rey que es inviolable. Permite que el rey pueda robar, saquearnos o incluso hasta matar totalmente impune a diferencia de lo que sería un ciudadano normal”.