El Grupo Wagner finalmente dio marcha atrás en su avance hacia Moscú pero, ¿qué pretendía hacer la compañía paramilitar cuando llegara a la capital rusa? Es una de las cuestiones que plantea Jesús Pérez Triana tras la rebelión de la compañía de mercenarios en laSexta Xplica, donde analiza los motivos que habrían llevado a su líder, Yevgueni Prigozhin, a sublevarse contra el Kremlin.

En opinión del analista de seguridad y defensa, Prigozhin "ha ido sintiendo la soga del Kremlin en su cuello" y cómo esta "se ha ido cerrando en los últimos meses". Según explica, Wagner "había ganado prestigio como la única fuerza combatiente en la guerra en Ucrania por el bando ruso que había conseguido verdaderos resultados" y "daba la sensación de que estaba empezando a posicionarse como un líder dentro de los distintos polos de poder", algo que "en el "Kremlin no sentó nada bien".

En este contexto, el jefe de los mercenarios empezó a quejarse de la falta de munición y, posteriormente, se llevó a cabo una reforma legal que ponía a su empresa "bajo el paraguas del Ministerio de Defensa" ruso. "Sabía que tarde o temprano su cabeza iba a rodar", resume Pérez Triana, que recuerda que Prigozhin "decía que el camino al que estaba destinado Wagner era ser expropiado y que esto suponía un desastre para él".

Así las cosas, a su juicio "ha hecho una huida hacia adelante" y cabe preguntarse "si tenía realmente posibilidades de éxito" con su plan: "Si uno hace el balance de fuerzas, no se entiende muy bien qué pretendía hacer Wagner cuando llegase a Moscú, que es un ciudad enorme, extensa con muchos millones de habitantes", plantea el analista, que concluye que el motín militar "ha quedado como una especie de huida hacia adelante de un hombre que sabía que le iban a cortar la cabeza".