Como parte de la higiene diaria, muchas personas se limpian el interior de los oídos con bastoncillos. Esta acción, que puede parecer beneficiosa, quizá no lo es tanto. "Salvo que tú notes algo raro la cera es tu amiga", afirma Boticaria García. Esta, por ejemplo, repele el agua, evita la humedad, sirve como hidratante y mantiene el oído en perfecto estado y también es bactericida.

En cuanto a los tapones de cera, la farmacéutica hace hincapié en que no está relacionado con la higiene personal. Ante la sospecha de que se acumule mucha cera, Boticaria recomienda ir al especialista para que él valore si hay que quitarla o no. "Hay que quitarla si no permite oír bien, si duele, si pica mucho, si provoca mareos o pitidos", apunta la farmacéutica.

Boticaria indica que no es necesario limpiar el interior de los oídos ya que estos tienen "su propio sistema de autolavado". "Cuando masticas, bostezas o hablas se va expulsando al exterior la cera. Entonces para limpiar el pabellón auditivo, las orejas por fuera, se puede usar una toalla", expone la farmacéutica.

La farmacéutica, además, no recomienda el uso de bastoncillos. "Puedes arrastras la cera al interior, puedes perforar el tímpano y, además, son uno de los desechables más contaminantes que hay", explica Boticaria.