Carlos III ha sido el encargado de inaugurar una feria de horticultura en Escocia. Cuando llegó el momento de cortar la tradicional cinta para dar comienzo al evento, el monarca tuvo un pequeño percance que terminó provocando que comenzara a reír.

El rey procedió a cortar la cinta pero, quizá porque las tijeras de podar no estaban afiladas, tuvo que cortar en numerosas ocasiones hasta que una persona tensó la cinta y esto permitió que, por fin, se cortara. El monarca comenzó a reír ante la divertida situación. "Esto nos pasa a los zurdos con las tijeras normales", comenta Isabel Forner tras ver las imágenes.

"¿Creéis que se lo hacen queriendo?", pregunta Dani Mateo, "¿Os acordáis la que montó porque tampoco le iba el boli?". "Se manchaba con tinta", punta Miki. "Recordamos que tiene los dedos como un surtido...", apunta Quique Peinado.