Muchos municipios que se inundaron a causa de la DANA que afectó a numerosas ciudades de nuestro país, siguen cubiertos de barros y el suministro de agua sigue siendo intermitente. El agua estancada, la suciedad acumulada y los enseres que se apilan en las calles puede tener un efecto nocivo en la salud de las personas como, por ejemplo, provocar enfermedades gastrointestinales.

Boticaria García explica que es muy importante tener en cuenta el agua. "Los ayuntamientos tienen que informar sobre cuándo hay problemas con el agua potable y, en ese caso, siempre, hasta que lo sepamos con seguridad, tomarla embotellada", indica la farmacéutica. También indica que es mejor no aventurarse a clorar el agua ya que, a pesar de la buena intención, "no sabemos como está ese agua y no se debe hacer".

La farmacéutica indica que tampoco deben consumirse alimentos que hayan estado en contacto con ese agua, salvo las latas de conserva que se pueden secar y dejar una hora antes de abrirlas o almacenarlas. Si, por ejemplo, se ha ido la luz de la nevera durante varias horas tampoco es recomendable ingerir esos alimentos. "Hay que desechar los alimentos que no se pueden limpiar y secar en menos de 48 horas", concluye.