En Japón, en 1988, se emitió un extremo reality en el que se mostraban las aventuras y desventuras de Tomoaki Hamatsu, conocido como Nasubi, un aspirante a actor que se animó a participar en el programa tras ver un anuncio. El joven desconocía en qué consistía en el programa y, "sin saberlo se convirtió en el único concursante del reality más exitoso de la historia de Japón", explica Quique Peinado. Un documental, que se ha estrenado recientemente, expone cómo fue para él vivir este programa.

El joven estaba en un apartamento cerrado solo con revistas, un boli, un teléfono y postales en blanco, y sobrevivir con los premios que ganaba en sorteos de revistas. "El objetivo era llegar a ganar el equivalente a 6.000 euros en premios", explica el zapeador. Tardó 15 meses en conseguirlo y lo consiguió escribiendo, como explica Peinado, "1.400 cartas a la semana".

"El 90% del tiempo lo pasaba fatal", ha explicado Hamatsu en el documental, ya que este era una humillación constante. "No se fue porque era un hombre de palabra", indica Quique. "El problema fue cancelado por el gobierno que alegó que era una tortura para el concursante", expone Dani Mateo. Tiempo después, Tomoaki montó una compañía de teatro y se dedica a causas solidarias.