Dos de los vídeos clásicos de Zapeando son los de ladrones chapuceros y robos surrealistas. "Normalmente hemos visto a tipos haciendo disparates como robar con una caja en la cabeza o quedarse atrapados en una ventana", explica Miki Nadal. De hecho, varios veteranos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Barcelona han contado a 'La Vanguardia' alguno de los robos más surrealistas que han vivido.
Uno de estos robos es el protagonizado por unos ladrones que, después de robar en un chalet, decidieron freírse unos huevos fritos y echarse una siesta. "Después, terminaron de desvalijar el chalet antes de que sus dueños volvieran de la playa", añade Quique Peinado. Al final la policía pudo cogerlos porque dejaron sus huellas en el mango de la sartén. "Vamos que les pillaron por los huevos", añade Miki Nadal.
Los policías también contaron otro caso en el que un caco utilizaba canarios para robar. "Entraba en un bar con una jaula de canarios y, a continuación, abría la jaula para que los pájaros se escapasen", explica Víctor Elías. Mientras la gente del bar le ayudaban a recuperarlos él aprovechaba y se llevaba lo que podía.
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María Gómez, por su parte, cuenta otro caso en el que un ladrón decidió escalar la fachada de una cas con la intención de meterse en una casa. "Lo malo es que cuando llegó al cuarto piso al hombre le dio un ataque de vértigo", indica. El caco comenzó a pedir ayuda lo que hizo que acudieran los bomberos y la policía, "unos para bajarlo y otros para esposarlo".