Los informativos están siendo copados por Paloma y Alfonso, dos espeleólogos que han sido rescatados de una cueva en Cantabria después de 40 angustiosas horas de búsqueda. Pero la cueva de Soba, donde se perdieron, no es el único paraje que es frecuentado por los amantes de este deporte de aventura.

Isabel Forner muestra la entrada de la cueva de Petty Johns, en Georgia. "Tiene 20 kilómetros de largo y 350 metros de profundidad", explica la zapeadora. "No entiendo por qué la gente va a estos sitios", añade. En Texas es posible encontrar otro "mini agujero", como lo define, irónicamente, Isabel ya que, a pesar de su abertura es pequeña, la cueva de Cart Valley tiene más de 11 kilómetros de profundidad.

Pero, a pesar de los riesgos que entraña acceder a estos lugares, muchos esconden una belleza tremenda. Forner muestra la cueva de la Lechuguilla, en Nuevo México, que tiene 223 kilómetros de largo y 489 de profundidad. "La cueva es famosa por su geología inusual y por estar casi inexplorada", argumenta Isabel. Otra cueva de inusual belleza es la del glaciar de Mendenhall, en Pensilvania. "Son 20 kilómetros de largo que el agua ha ido perforando durante milenios dentro del glaciar", explica Isabel. El acceso es complejo pero, según afirman, en su interior te sientes transportado a otro mundo por el color sus paredes.