En los años 50, Mao Zedong tomó una drástica decisión: acabar con todos los gorriones. El dirigente pensaba que así podría evitar que estos animales se comieran el grano de los cultivos y, así, que la producción de este alimento aumentaría. Pero, ¿cómo consiguieron librarse de estas aves? El divulgador científico Javier Peña lo cuenta en Zapeando.

Como expone Javier, convirtieron a estos pequeños pájaros en los enemigos del país. Para ello, movilizaron a todo el país a través de una campaña con una llamativa cartelería, organizaron batidas de gente con escopetas, así como cacerolas y tambores para que tocaran sin parar y así los pájaros se estresasen y terminaran muriendo. También utilizaron venenos y cepos.

La campaña, incluso, terminó provocando un conflicto diplomático con Polonia. Como cuenta Javier, en la embajada en Pekin tenían un jardín lleno de árboles y ahí se refugiaban muchos de estos pájaros. Los polacos no querían que entraran a eliminar los pájaros y, como explica Peña, "acabaron rodeando la embajada y no dejaron de hacer ruido para que, al final, los pájaros se muriesen".

"La cruzada contra los gorriones consiguió exterminar, prácticamente, a estos pájaros de toda China", cuenta. Pero la idea, finalmente, provocó más problemas que soluciones. Los gorriones no solo comían grano sino también insectos. "Al desaparecer los depredadores de estos insectos empezaron a multiplicarse sin control las plagas de insectos que terminaron arrasando las cosechas", cuenta Javier. "En mitad de una temporada que fue bastante seca provocó una de las mayores hambrunas de toda la historia de la humanidad en la que murieron millones de personas", concluye.