Durante el verano se celebran muchas bodas para aprovechar el buen tiempo. Y, celebrar un enlace matrimonial también puede significar seguir diversas tradiciones y modas para que la nueva etapa que comienza la pareja empiece con buen pie. Por ejemplo, y como cuenta Isabel Forner, "la moda que se han sacado de la manga los ingleses y que consiste en que las futuras novias entierran salchichas en la tierra". El objetivo de ello es evitar que llueva en ese día tan especial.

Pero esta no es la única tradición extraña. En Alemania, por ejemplo, los novios sierran un tronco tras la ceremonia. "Simboliza la capacidad para enfrentar desafíos como pareja", indica Quique Peinado. En Bulgaria, por su parte, "regalan al novio un pollo con relojes de oro y billetes", explica Torito.

Pero quizá la tradición más extrema es la que llevan a cabo en Corea del Sur: atizarle al novio en las plantas de los pies con un trozo de madera. "Esta tradición es una manera de mostrar la fortaleza del novio y, de paso, curarle los callitos", afirma Torito, "si hacen eso en las bodas imagínate en los divorcios".