Una catedrática de la Universidad de Edimburgo, Jill Burke, ha publicado 'Cómo ser una mujer del Renacimiento', un libro en el que muestra cómo era el canon de belleza en esta época histórica. Y es que las mujeres, en ese momento, llevaban a cabo los trucos más extremos para lograr alcanzar el ideal de belleza que se promovía en la época.

Graciela Álvarez explica que para depilarse, por ejemplo, utilizaban una mezcla de sulfuro de arsénico con cal viva. "Te quita todos los pelos y, con suerte, la tibia te la deja", añade. Quique Peinado, por su parte, comenta otro truco que utilizaban las mujeres del Renacimiento para blanquear su piel. En este caso, el truco era utilizado por Isabel de Aragón y la receta era sencilla: "12 limones, 25 huevos y una mezcla de alumbre, amianto, bórax, alcanfor y solimán". "Para situaros", añade, "el bórax se utiliza hoy en día como pesticida y el amianto, según la OMS, provoca cáncer".

Otra manera de blanquear la piel, como explica Berta Collado, era poner sanguijuelas en la cara. "El objetivo era que las sanguijuelas drenaran tu sangre y dieran a tu piel un color mucho más pálido", añade. También utilizaban peligrosas mezclas para poder tener el pelo rubio. María Gómez expone una de esas recetas: "Se teñían en la azotea, a la hora de mayor exposición solar, usando sosa". "Para rematar, se lavaban el pelo con una mezcla que incluía lejía", añade.