Las influencias de Tino Casal "eran enormes", cuenta Antonio Albarado, "desde el cine, la música, los grupos internacionales...". "Yo empecé a ver videoclips porque Tino me los traía", comenta el diseñador de moda que recuerda, además, los viajes a Londres del cantante. "Él se llevaba un aparato para grabarlo todo y, entonces, nos veíamos lo que no estaba escrito", asegura. "Hasta tres días de sesiones de vídeos", afirma el diseñador.

El cantautor Víctor Manuel cuenta que conoció a Tino Casal recién llegado a Madrid: "Fue en la cafetería California, y me impresionó mucho cuando lo conocí, porque iba maquillado como una puerta, con 'rimmel' en los ojos, y en aquella época eso era insólito, no te lo podías creer, ¿a las 12 de la mañana?, me impresionó mucho", afirma.

Era un época en la que el genio asturiano comenzaba a despuntar por su extravagante estética. "Lo que ya sabía de él es que cantaba muy bien y que se iba a comer el mundo, como estábamos todos en esa época", recuerda Víctor Manuel.