Juan Pablo de Anca, miembro del grupo de coordinación operativa de la UDYCO, investigó la posibilidad de que Antonio Anglés huyera a Las Vegas tras el crimen de las niñas de Alcàsser. "Las Vegas es el sitio donde van a recalar todos los fugitivos estadounidenses porque es el sitio donde es más fácil ocultarse, crearse una nueva identidad y acceder a armas, incluso mover dinero de fuentes ilícitas", afirma en 'Anglés: historia de una fuga'.

Así, indica que lo que a ellos les "llama la atención es un número de teléfono en EEUU". "El FBI identifica al titular de ese número de teléfono como una persona residente en las Vegas, con los nombres y apellidos, y casualmente esa persona pertenecía al círculo de la familia", señala, al tiempo que cuenta que Kelly Anglés, hermana de Antonio, "fija su residencia en Las Vegas, y se ha documentado que estaba vinculada a empresas de transacciones de divisas".

"Si buscamos a un fugitivo que se dice que ha muerto, pero no ha aparecido, ¿por qué no va a estar ahí? Si en algún lado estuviera, debería estar ahí. Y solicitamos la colaboración del FBI", expresa Juan Pablo de Anca, quien revela que "se detecta que Kelly ha entrado y salido 12 veces de EEUU en un periodo de tiempo", y se dan cuenta de que "ninguna de esas 12 entradas y salidas de EEUU es por aeropuertos españoles", por lo que lo podrían "interpretar como una maniobra para eludir la acción de la Policía". "A esto se añade que Kelly en EEUU vivía en el domicilio de un tipo conocido por el FBI que había sido detenido por tenencia ilícita de armas en Las Vegas. Este era el círculo de Kelly", apostilla.

Sin embargo, los agentes no pudieron "concluir ni que Antonio Anglés estaba vivo, ni que estaba en las Vegas, ni que formaba parte del círculo de Kelly", pero tuvieron "la victoria de consolación" de que gracias a su investigación, "el caso no prescribía y sigue abierto hasta 2029".