Antonio Rial, director del Estudio UNICEF sobre el Impacto de la tecnología en la Adolescencia, afirma que "hay videojuegos extraordinarios, lo que sucede es que nunca esos videojuegos están en el top de ventas". En el top de ventas suelen estar los que generan una adicción a los jóvenes, que hacen lo que sea por pasar de nivel.

"Yo compraba de todo tipo", explica un joven que jugaba a un videojuego gratis, pero en el que había que gastar dinero comprando complementos para pasar de nivel. "Hubo peleas y broncas porque no me querían dar dinero", confiesa el chico sobre cómo la relación en su casa empeoró por su adicción.

Y es que su madre cuenta que el joven le pedía 1, 2 ó 4 euros, pero que al final, en total, era mucho dinero: "Llegaba un momento y echaba cuentas y se había gastado en un mes 200 euros". "El gasto era diario", lamenta la madre, que explica que para los adolescentes ese dinero les hace "tener la satisfacción de dentro de ese videojuego ser mejores".