Después de beber una taza de té de la casa de la víctima, Jane descubre un conejo que estaba encerrado en una cacerola y persigue al animal hasta el patio de un vecino. Allí, conoce a una chica joven que dice ser su hija, algo que no puede ser ya que ésta fue asesinada por John el Rojo junto a su esposa.
El té que bebía contenía belladona, un alucinógeno venenoso, y la existencia de la niña estaba completamente en su mente. Cuando Jane se recupera y trata de trabajar en el caso, tiene que lidiar con el hecho de que la alucinación de su hija ha decidido quedarse por un tiempo con el objetivo de ayudar a resolver el crimen.
Multitudinaria manifestación en Valencia
Una madre, contra la desastrosa gestión de los centros educativos en las zonas afectadas por la DANA: "Las cosas no se están haciendo bien"
"Las cosas no se han hecho bien, ni se están haciendo bien", ha indicado esta madre del colegio Jaume I, de Paiporta. Protesta por el caos y desorganización en la gestión, así como por la ausencia de "caminos seguros" para asistir a ellos.