El 22 de septiembre de 1991, Tino Casal se encontraba con sus conocidos en el club Stella. Paloma Aznar, 'Vampirella', lo recuerda como el sitio "más divertido" de todo Madrid. El diseñador Antonio Alvarado cuenta que él estuvo aquella noche allí y que se fue a las 01:30 de la mañana. "Estábamos ahí tomando copas, Tino estaba con sus colegas, yo estaba con los músicos y me dijeron que se iban a un after, pero era muy tarde", rememora Jocke Salinder, que era músico del cantante.

Tino estaba con Antonio Villatoro, con Fabio McNamara y tenían que recoger al que iba a conducir el coche, que estaba pinchando en otro local. Tras cerrar ese segundo pub, Paloma Aznar, 'Vampirella', que estaba con ellos, recuerda que alguien propuso continuar la fiesta y que ella llegó a subir al coche, pero no sabe por qué se bajó. A última hora de la madrugada el artista y sus amigos quisieron ir a la sala Ática de Pozuelo de Alarcón.

Tino viajaba con tres personas más en un Opel Corsa blanco, Gonzalo García Villanueva, de 28 años, era la persona que conducía, y en los dos asientos traseros iban Manuel Camino Alcón y Antonio Villatoro. "Había llovido tanto que en la carretera de Castilla se había desplazado el barro", relata Antonio Villatoro, que afirma que "iban a poca velocidad y totalmente sobrios" cuando tuvo lugar el accidente que acabó con la vida de Tino Casal.

Tino iba de copiloto y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. En el momento del impacto contra la farola, salió despedido y con el golpe contra el salpicadero, una de sus costillas se rompió, partiéndole el corazón por la mitad. "Curiosamente en una entrevista que le hicieron a Tino en aquella época, un periodista un poco macabro le preguntó cómo le gustaría morir y Tino Casal dijo que solo podía morir si le clavaban algo en el corazón porque era un vampiro", recuerda Vampirella.