El histórico edificio de Telefónica es el lugar para las entrevistas, desde la penúltima planta se divisa la Gran Vía madrileña y en dos salas nos encontramos con los protagonistas Mónica López y Javier Cámara y los creadores Pepe Coira y Fran Araújo. Es última hora del medio día y ya nos podríamos saludar con un "buenas tardes" si no fuera porque ninguno de nosotros ha comido todavía, pero eso no impide el buen humor de los entrevistados. La primera temporada de 'Rapa' fue todo un éxito en Movistar Plus+ y regaló al público a una pareja de personajes fascinantes, con los que el caso que tenían que resolver era casi lo de menos y lo único que importaba era seguir viéndoles juntos en pantalla.
Ahora vuelven en una segunda temporada y estarán también en una tercera que será, probablemente la última. Javier Cámara y Mónica López reconocen que ellos también están entusiasmados con Tomás y Mónica. "A nosotros nos tienen fascinados también y somos muy felices haciendo estos personajes", explica Javier Cámara hablando por los dos. En los nuevos capítulos encontramos a Tomás (Javier Cámara), el exprofesor de instituto e investigador aficionado enfermo de ELA en un proceso más avanzado de la enfermedad y tratando de encontrar un caso que le ayude a evadirse de su enfermedad y lo encontrará precisamente en el hospital en el que acaba después de sufrir una crisis. "Queríamos evolucionar con los personajes y con la enfermedad e inevitablemente la segunda temporada nos lleva a otro territorio que tiene que ver con los cuidados porque en la primera temporada Tomás era autónomo y era otra situación", explica Araújo. "Y queríamos ver qué papel va a tener Maite, le interesa estar cerca de esta persona pero se está viendo arrastrada sin saber dónde, cómo es la enfermedad y qué futuro les queda", añade. Maite, el personaje de Mónica López, necesita saber a lo que se enfrenta, a pesar de que no hay nada definido en su relación con Tomás y eso es según los creadores lo que hace que sus personajes sean tan atractivos: "Hay algo en su relación que no es fácil de verbalizar, no es fácil de entender y eso es lo que lo hace interesante. No están las cosas claras como casi nunca lo están en nuestras vidas", dice Pepe Coira.
"Javier y Mónica hicieron con los personajes algo infinitamente mejor de lo soñado"
Los dos protagonistas también tratan de describir la relación de esta dupla que transmite complicidad y química sin ni siquiera rozarse. "Es verdad", dice López. "No se tocan, ni se ayudan, él (Tomás) no soportaría que ella le ayudara", asegura Cámara y su compañera apunta que “ella (Maite) sabe que no le puede ayudar". Y ahí es, precisamente, donde Javier Cámara cree que está la clave: "En esa distancia que han puesto los guionistas está también la parte atractiva de la historia". Y los dos continúan describiendo la relación de Tomás y Maite: "Son dos personas que viven prácticamente juntas, no se acuestan, no se aman, no se declaran el amor, hay una amistad donde se dicen muchas verdades, muchas veces hirientes, discuten, no piensan igual, se van enfadados…siempre tienen un toque de humor que aporta el personaje de Tomás… y que a ella le divierte y es lo que consigue pegada a él si no igual sí sería demasiado difícil".
Para Coira y Araújo, el trabajo de los intérpretes ha sido fundamental: "Javier y Mónica hicieron con los personajes algo infinitamente mejor de lo soñado". "Los dos tienen algo, aparte de que hacen su trabajo muy bien, y es que te importan. Les pones la cámara y como ya sucedía con Mónica en 'Hierro', te importa. Te importa mucho lo que les pasa. Y quieres estar con ellos y quieres saber y lo que es increíble es que cada uno por separado tiene eso, y al juntarlos podía no funcionar, pero funciona”.
En esta temporada, los grandes intereses de Pepe Coira y Fran Araújo son el de la prescripción de los delitos y también adentrarse en un lugar tan hermético como la base naval de Ferrol conocida como el Arsenal y se adentran en ambos a través de dos casos de asesinato y gracias a un guion que es todo un ejercicio de orfebrería que logra entretejer asuntos más grandes con pequeños detalles logrando un resultado exquisito. "Nos gusta mucho esto de lo cotidiano mezclado con la investigación criminal. Dos personas cenando con una botella de vino y hablando de la junta de vecinos mezclado con los avances de los casos y las investigaciones. Nos atraía mucho bajar lo policial a algo tan sumamente pequeño".
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Por un lado, a Maite le encargan investigar la desaparición de una alto cargo de la Marina que es, además, la responsable de la seguridad del Arsenal, la base naval situada en Ferrol. No va a ser fácil adentrarse y husmear en los asuntos del ejército. En paralelo, Tomás se va obsesionar en la resolución de un asesinato que tuvo lugar 20 años atrás y que está a punto de prescribir. "Teníamos una atracción por el mundo del Arsenal y qué pasaría si allí se produjese un crimen y también por un tema como el fenómeno de las prescripción: cuándo un delito deja de ser castigado, cuándo un culpable no va a recibir el castigo que se merece o que quizá ya no se merece porque ya no queda nada de aquella otra persona…", explica Pepe Coira, sobre las claves de la temporada. Algo en lo que coincide el protagonista: "Hay mucho dilema moral, los personajes se hacen muchas preguntas, los personajes van a tener que tomar partido aunque la justicia y la verdad se imponen, pero no por ellos sino que la justicia aparece por otro lugar", añade.
La fotografía es más luminosa, pero Coira asegura que siguen "siendo tan pesimistas como en la primera". Y Javier Cámara también cuenta que hay una melancolía presente: "Tú vas viendo esa tristeza, esa pátina de cotidianidad con calma que está en el fondo de este thriller que a veces es tan urgente para solucionar algo, pero la vida es otra historia va a otro ritmo y eso nos gustaba". De hecho es en pequeñas escenas en las que se perciben esos temas de fondo como la enfermedad de Tomás y cómo se enfrenta Maite a ello. La actriz Mónica López cuenta que le impresiona una escena en la que ella miente a Tomás: "Es como una pequeña traición que te hago", le dice. Y él explica que también "se nota que cuando están solos no están bien, no están felices" y lo explica con un escena en la que ella le llama por teléfono y le dice que no va a llegar a cenar: "Ese pequeño momento me emocionó porque pensé que en esto consiste estar enfermo, en estar recluido en casa, empezar a no contar para la sociedad y que la gente que está contigo necesite también salir a respirar".
Y también es importante la aparición del personaje de Tacho, interpretado por Darío Loureiro, y que aporta chispa a la pareja. "Aparece para aglutinarles con esa juventud, es un tipo que se hace preguntas" dice Cámara. "Tiene sensibilidad y le gusta leer y el rollo que tenéis con los libros me vuelve loca", apunta López. Para Coira, Tacho pone el contraste "porque Tomás y Maite son dos personas que llevan una mochila muy grande, tienen una edad… han cometido muchos errores y te encuentras con éste que quiere ser un tipo como muy bregao y resulta tan tierno".
Al final acabamos hablando de los personajes y es que para Mónica López "está bien que en un thriller no todo sea la cosa policiaca. Lo dicen siempre los Coira, que les interesan mucho más los personajes y que la historia policiaca es una excusa para hablar de gente real".
Crítica
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