De 1985 a 1987, Tino Casal se encuentra convaleciente debido a los problemas de salud que casi le cuestan la vida. Durante esos años, el cantante se refugió en otra de sus pasiones, la pintura. En los dos años que estuvo alejado de los focos, Tino hizo más de 100 cuadros que regalaba a sus amigos para agradecerles su amistad.

"Tino Casal era un pintor a la altura de los impresionistas americanos. En técnica y en inspiración, era un abstracto futurista comparable a de Kooning, a Pollock, a Schnabel...", recuerda su amigo Antonio Villatoro, confirmando lo que dicen algunos de sus conocidos, que definían a Tino como "un hombre renacentista" porque era bueno en más de una faceta artística.

Tino incluso en estos años llegó a exponer parte de su obra junto a Villatoro y Fabio McNamara en el 'Tate Tate', un bar galería ubicado en Chueca que se llamaba así en honor a la galería londinense 'Tate Modern'. El pintor Rufino de Mingo recuerda aquellos cuadros y reconoce que la aparición de Tino Casal en 'Tate Tate' fue "bastante espectacular".