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Cómo acelerar el rendimiento de tu PC con este truco
Con este truco podrás sacarle el máximo partido a tu PC
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Sacar el máximo rendimiento posible a nuestros equipos es
posible gracias a la gran variedad de ajustes que nos ofrece Windows 10. Con
este ajuste que a continuación te contamos, veremos cómo la velocidad de
procesado aumenta, ya que pueden iniciarse más rápido los programas que más recursos necesitan
para funcionar.
Aceleración por hardware
Antes de activar este ajuste debemos tener en cuenta un par
de aspectos, el primero de ellos es comprobar la versión de Windows que tenemos
instalada. Para que funcione, nuestro sistema debe estar actualizado con la
versión de Windows 10 May 2020 Update. Además de esto también debemos disponer
de la última versión de los drivers de la tarjeta gráfica, la versión 451.48 o
posterior de si trata de los drivers GeForce Game ready para tarjetas Nvidia
GPU.
Son varios los atajos que podemos usar para conseguir un mayor rendimiento y fluidez en nuestros equipos. Gracias a la aceleración por hardware, evitamos la pérdida de potencia al combinar todos los recursos tanto de la CPU y la GPU de nuestros ordenadores, consiguiendo así un mayor rendimiento. Para acceder a este ajuste tienes que pulsar sobre el botón Windows, ya sea haciendo clic con el ratón sobre la barra de tareas o bien pulsando físicamente su tecla en nuestro teclado. De esta forma podemos acceder a los ajustes del sistema, lo primero es pulsar sobre el icono de la rueda dentada para acceder a la configuración.
- Tras acceder a la configuración de Windows, pulsa sobre la primera de las opciones denominada “sistema”
- Dentro del nuevo menú al que accedemos, pulsa sobre "Pantalla"
- Desplázate por las opciones hasta llegar a “Configuración de gráficos”
- A continuación, desplaza el botón a la posición Activado en la opción “programación de GPU acelerada por hardware”. Tras activarlo debemos reiniciar el equipo para que este ajuste funcione correctamente. Al hacerlo conseguimos reducir la latencia mejorando el rendimiento del equipo.
Con este ajuste el sistema operativo permite a la tarjeta gráfica administrar tanto sus recursos como las tareas asignadas, consiguiendo así un mayor provecho de la tarjeta gráfica y el rendimiento. Ya que, de este modo al delegar esa función a la tarjeta gráfica, se liberan recursos que el sistema operativo puede invertir en otros procesos, permitiendo que estos se agilicen y sean mucho más fluidos.
Aunque sea Windows quien siga manteniendo el control y decida qué aplicaciones tienen prioridad en cada momento, consiguiendo de este modo optimizar al máximo los recursos de nuestro equipo, este ajuste tiene una acción directa sobre la apertura de los programas, que consigue que sea más rápida, lo cual también incide en el uso general del equipo haciéndolo mucho más ágil. Pero este truco no es válido para todos los equipos que funcionan con Windows 10, depende mucho de la antigüedad de la tarjeta gráfica. Sólo las más modernas con un determinado hardware y que usen como controlador WDDMv2.7 podrán aprovecharse de los beneficios que trae consigo este ajuste.
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