TELEGRAM, GEEKSPHONE, SOLARIN...
El fracaso de la privacidad: la tecnología más segura del mundo es un fiasco comercial
Son prodigios tecnológicos, pero de ahí que triunfen comercialmente va un trecho demasiado grande.
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A ti, ¿te preocupa tu privacidad y la seguridad de tus datos cuando navegas por internet o usas algún dispositivo tecnológico? Si hiciéramos un sondeo al azar, casi la totalidad de los encuestados responderían lo mismo: que claro que sí, que estamos muy preocupados, que nada nos preocupa más, que es lo primero que miramos cuando compramos un dispositivo, que no nos importaría pagar más a cambio de nuestra privacidad...
No te autoengañes: todo eso es mentira. Lo cierto es que el mercado está lleno de tecnologías mucho más seguras que las que solemos usar a diario, pero a nivel comercial son un auténtico fiasco. Unas, porque son más caras y no queremos gastarnos más dinero; otras, porque aun siendo más baratas, nos dejamos llevar por el marketing y por lo conocido.
Si no te lo crees, te proponemos un curioso recorrido: estas son tres tecnologías que, pese a gozar de una seguridad informática y una privacidad envidiables, se han dado de bruces contra la realidad del mercado del marketing tecnológico.
1. Signal, 'el WhatsApp seguro'
WhatsApp seguramente sea la mejor aplicación de la que hemos disfrutado en nuestra historia reciente, pero tiene un problema de fiabilidad: no acabamos de estar seguros al permanecer en una plataforma que puede ser (más o menos) fácil de hackear y cuyos datos Facebook quiere empezar a comercializar de cara a los anunciantes.
Cuando parecía que Telegram podía ser la mejor opción, nació Signal, una app de mensajería instantánea que presumía de las mismas funcionalidades que WhatsApp, pero con un valor añadido: un cifrado ultraseguro avalado y recomendado nada menos que por Edward Snowden, el exagente de la agencia de seguridad de Estados Unidos.
Signal parecía tenerlo todo para triunfar, ¿verdad? Pues ni lo más mínimo: mientras a día de hoy WhatsApp puede presumir de tener más de 1.000 millones de usuarios y Telegram se ha tenido que conformar con llegar a los 100 millones en 2016. Signal ni siquiera se atreve a dar una cifra.
¿A qué se puede deber este fracaso? El motivo parece simple: WhatsApp y el resto de apps de mensajería instantánea son servicios relacionales y excluyentes. ¿Qué quiere decir esto? Que si tú quieres usar Signal genial, pero necesitas que lo usen también todos tus amigos. Y como no todos lo van a hacer, al final sigues usando WhatsApp: puede que le des un usuario nuevo a Signal o a Telegram, pero nunca se lo vas a quitar a WhatsApp.
2. Blackphone, el móvil seguro 'made in Spain'
En el año 2010 nuestro país recibió una gran noticia: nacía una compañía española fabricante de móviles Android. Un nuevo jugador llegaba al mercado y, aunque solo fuera por mero patriotismo, llamaba la atención.
La alegría creció tres años después: en 2014 Geeksphone se unía a Silent Circle para crear el Blackphone, que prometía ser un móvil a prueba de hackers que mantendría tus datos alejados de los enemigos de lo ajeno. El hype fue exponencial: en muy poco tiempo, todos querían tener un Blackphone.
Pero la historia, ya te lo imaginarás, no salió como pensábamos. El Blackphone no sólo no era tan seguro (se le descubrieron diversas vulnerabilidades), sino que además Geeksphone decidió abandonar el barco del mercado móvil. Ahora Silent Circle ha lanzado el Blackphone 2, pero muy por debajo de las expectativas y ya sin Geeksphone de su lado.
3. Solarin, el móvil más seguro del mundo
Hay que reconocer que esta historia es cuando menos un poco estrambótica. Entre 2015 y 2016, la compañía Sirin Labs se marcó el mayor triple de la historia tecnológica reciente: ¡iba a lanzar el mercado el móvil más seguro de todo el mundo!
Y ya podía serlo, ya: el móvil en cuestión, Solarin, costaría cerca de 15.000 euros. A cambio, prometía una tecnología militar de cifrado accesible para los directivos de las grandes corporaciones del mundo. Toda una apuesta con la que esta empresa israelí no pretendía llegar al gran consumidor, pero sí al altísimo ejecutivo.
El resultado te lo imaginas, ¿verdad? Solarin no sólo ha sido un fracaso, sino que, además, hace pocos meses despidió al 30% de su plantilla, confirmando el fiasco comercial de lo que parecía ser un producto exclusivo. Tan exclusivo... que casi nadie lo quiso.
Solarin y Blackphone se han enfrentado a realidades similares: ¿quién quiere el móvil más seguro del mundo si el que más nos gusta es el iPhone o el Samsung? Eso sí, la próxima vez que alguien te hackee el móvil o te robe los datos no vengas a quejarte.
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