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Google Fotos: cómo modificar la luz de un retrato incluso después de haberlo fotografiado
Es una de las funciones más sorprendentes que ha lanzado la app en los últimos años
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Hacer fotos con nuestros móviles se ha convertido en algo completamente habitual en nuestro día a día. Además las cámaras de estos teléfonos se han convertido en auténticas navajas suizas de la fotografía, integrando sensores gran angular, macro, telefoto e incluso de retrato, específicos para este tipo de fotografía tan popular. Ahora Google Fotos nos ofrece una funcionalidad muy sorprendente, que nos permite modificar la luz de un retrato incluso después de que este haya sido tomado, algo que nos habría sonado a ciencia ficción hace años, y que ahora es posible hacer gracias a Google Fotos.
¿Cómo se puede editar la luz?
Pues es algo tan sencillo como sorprendente, ya que esta funcionalidad de Google Fotos ha sido diseñada para hacer en segundos algo que nos hubiera llevado varias horas de hacerlo bien con un programa de retoque fotográfico. Se trata de una función que hay que tener claro que no está disponible para todos los usuarios. Y es necesario ser a su vez estar suscrito a un plan de Google One, el servicio de almacenamiento de Google, en el que también tienen su peso las fotos que subimos a la nube de los de Mountain View.
Esta era una funcionalidad propia de los Pixel de Google, pero ahora da igual el móvil que tengas si cuentas con una de estas cuentas en Google One. Por tanto si ya eres titular de una, vas a poder acceder a ella desde tu móvil.
Para ello debemos hacer lo siguiente:
- Abre Google Fotos
- Accede al retrato que quieres modificar
- Desliza el carrusel inferior hasta pulsar en “Ajustar”
- Selecciona “Luz de retrato”
Ahora aparecerá un punto de color blanco en la pantalla, que representa el lugar desde el que se va a iluminar la imagen. Al moverlo por la foto veremos cómo se genera en tiempo real la luz que ilumina el retrato, en un efecto que desde luego parece pura magia. Este efecto es capaz de calcular cómo incidiría la luz no solo en el rostro, sobre la piel, sino en la ropa que lleva el sujeto al que se retrata. Esto es posible gracias a la inteligencia artificial, que es capaz de calcular todos estos parámetros en tiempo real incluso sin poder acceder a información sobre el plano tridimensional en el que se hizo la fotografía, sobre una imagen completamente plana en 2D.
Por tanto este es un efecto que solo verás si eres usuario de Google One, si no es así, ni lo intentes porque no aparecerá. Para que lo tengas en cuenta, la suscripción más barata a Google One tiene un coste de 1.99 euros al mes, y nos ofrece 100 gigas de almacenamiento. Algo a tener en cuenta, ya que a partir de este verano, todas las fotos que subas a la aplicación contarán dentro de la cuota gratuita que tenemos hasta ahora, incluso en los casos de que sean fotos de calidad estándar, sin su resolución original. Parece que Google no solo nos obligará a pagar una de estas suscripciones, sino que al menos compensará con este tipo de funciones exclusivas.
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