¿CUÁNDO LO USASTE POR ÚLTIMA VEZ?
Snapchat: crónica de una muerte intrascendente
¿Cuándo fue la última vez que usaste Snapchat? ¿Y la última vez que escuchaste hablar de ella? La red social que trajo al mundo el contenido efímero está en su peor momento, con su peor tendencia, fruto en gran medida de la durísima competencia de Facebook, alguien a la postre clave en su historia.
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Año 2010: nace la idea de Snapchat. Su creador, Evan Spiegel, la crea con el nombre Picaboo, un juego de palabras con peek-a-boo, una expresión infantil relacionada con el susto que da un fantasma. Justo el fantasma que ha acompañado a Snapchat como icono hasta el día de hoy.
Año 2011: los compañeros de Evan Spiegel ven una mala decisión en la esencia efímera de las fotografías compartidas con su aplicación. Spiegel siguió convencido de su idea.
Año 2012: la aplicación está funcionando cada vez mejor en iOS, y a finales de año, llega a Android. Se supera el millón de fotografías compartidas mediante la app. Aunque sigue sin ser un fenómeno de masas como sí lo está empezando a ser, por ejemplo, Instagram.
Año 2013: la app dispara su popularidad. Ya tiene unas cifras que asustan: 14.000 millones de fotos y vídeos diarios, 500 millones de reproducciones de “historias” al día. Se alcanzan los 10.000 millones de dólares de valoración. Y para finales de año, el colofón: Facebook ofrece 3.000 millones de dólares por comprar la empresa... y recibe un “no”. No sería el último: más tarde se repetiría la jugada.
Año 2014: Snapchat explota, crece a un ritmo muy superior al de Facebook Messenger e incluso Instagram, más asentada. Es el momento de los filtros faciales y el envío de dinero a contactos de la app con el apoyo de Square. La gran mayoría de usuarios hasta ahora era de Estados Unidos, pero Snapchat ahora comienza a popularizarse en Europa y América Latina.
Año 2015: el auge no se detiene. El consumidor entiende cada vez mejor el valor que aporta el contenido efímero, la tranquilidad de saber que todo lo que se está compartiendo, en público o mediante mensajería privada, tiene fecha de caducidad, nunca podrá ser visto de nuevo.
En estos últimos tres años, varios acontecimientos. Si en 2015 y 2016 Snapchat se congratulaba de superar a Twitter en usuarios activos diarios, las tornas han cambiado. Facebook desplegó sus Stories en Instagram, Facebook y WhatsApp. El contenido efímero se hizo ubicuo y Snapchat perdió gran parte de lo que le hacía único. El trasvase de usuarios a Instagram fue inevitable.
Las decisiones y postulados de su joven fundador tampoco ayudaron. Declaró públicamente que “no quiero Snapchat en países pobres como España”, y aunque es poco probable que la masa de sus usuarios españoles lo escucharan, no sirvió precisamente para contribuir al crecimiento de un servicio que se desinfla en todos los países, ricos o pobres.
Un problema añadido es que Snapchat se ha caracterizado por lograr unos ingresos mensuales pírricos por usuario en comparación a los obtenidos por Facebook e incluso Twitter, quien parecía tener un peor futuro en 2015.
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