“WhatsApp es un coladero de bulos que crean alarma social”

El perfil de Twitter de la @Policia ya alertó hace unos días de un bulo que estaba creando cierta alarma social. No era el primero. No será el último. El mensaje se estaba viralizando por WhatsApp.

El falso texto avisaba de una bomba en unos grandes centros comerciales durante el fin de semana. La supuesta fuente del aviso era la policía y el CSIC.

“Hay un montón de bulos que tienen mucha gracia cuando se refieren a anécdotas o leyendas urbanas. El problema es que otros son muy peligrosos cuando alertas de algo incierto que asusta a los ciudadanos y creas una falsa alarma social”, explica Carlos Fernández Guerra, responsable de redes sociales de la Policía Nacional y autor del libro ‘@Policia: Las historias del éxito’ (Aguilar, 2014).

Como se cuenta en este libro, este bulo no es más que uno más de los que tienen gran repercusión en redes sociales cuando de él se hace eco @Policia. Todos recordamos el extraño sobre que apareció en las oficinas del Metro de Madrid en octubre de 2013.

Una vez que los Tedax confirmaron la falsa alarma, se creó un viral por WhatsApp en el que se daba cuenta de una supuesta bomba en las líneas 10, 4 y 1 del Metro. La Policía lo desmintió hasta tres veces. Solo fue en el último tuit cuando más aceptación tuvo entre los internautas, por la irreverencia.

“Como las natillas, repetimos. Es falso, mentira. El bulo de supuesta bomba en el transporte público es falso”, rezaba el tuit.

Anécdotas y acciones como estas se abren en este libro, en el que Carlos Fernández Guerra rememora, paso a paso, cómo la cuenta oficial de Twitter de la Policía Nacional (@Policia) se ha situado entre los perfiles más seguidos del mundo dentro de las fuerzas de seguridad, superando incluso al FBI o a la más reciente incorporada a las redes sociales, la CIA.

En su opinión, los más de 1,3 millones de seguidores en Twitter se han conseguido por la mezcla del uso de un lenguaje cercano, provocador y de gran utilidad social.

“Siempre digo que los españoles estamos muy por delante de otros cuerpos de seguridad como el FBI o cualquier otro, en cuanto a utilidad, avisos de prevención o comunicación, porque siempre hemos estado orientados sobre todo al ciudadano y al internauta. Y, para ello, hemos tenido que pagar una serie de peajes”, finaliza Carlos Fernández Guerra.