¿LO SABÍAS?
Aprender un nuevo idioma es prácticamente imposible y la ciencia lo ha demostrado
Un estudio realizado en los Países Bajos ha revelado que adquirir un nuevo idioma puede dificultar la rapidez con la que recordamos palabras en idiomas extranjeros previamente aprendidos.
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Aprender un nuevo idioma puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, especialmente a medida que crecemos. Dominamos nuestra lengua materna, pero ¿Qué ocurre con el resto? El inglés suele ser el más habitual como parte de nuestra educación desde pequeños, y de nosotros depende ampliar la lista.
Un reciente estudio ha confirmado que, efectivamente, aprender nuevos idiomas es un proceso arduo y complicado por un simple motivo: aprender algo nuevo termina eliminando información que ya teníamos aprendida.
Este hallazgo ha proporcionado la primera evidencia experimental de la "inhibición retroactiva" en el aprendizaje de lenguas. Este concepto sugiere que aprender nueva información puede desestabilizar la memoria de conocimientos previamente adquiridos, siendo este el foco del estudio.
Para la investigación se seleccionaron a varios grupos de neerlandeses nativos. Se les enseñó cómo se decían en español ciertas palabras que, previamente, ya conocían en inglés. Los científicos comprobaron la rapidez y precisión con la que eran capaces de recordar esas mismas palabras en inglés en comparación al castellano.
La precisión no se vio afectada, pero sí la rapidez. Después de aprender castellano, tardaban mucho más en recordar e interiorizar las palabras. "Este estudio proporciona la primera evidencia empírica de los efectos perjudiciales que el aprendizaje de palabras de un nuevo idioma puede tener en recordar palabras de lenguas extranjeras previamente aprendidas," señalaron los autores del estudio.
El estudio concluyó que este proceso afecta especialmente a las primeras fases de aprendizaje de un idioma, algo vital. Los resultados solo reflejan los efectos a corto plazo del aprendizaje del nuevo idioma, y se necesita más investigación para entender si esta interferencia persiste, se intensifica o disminuye con el tiempo.
En un mundo cada vez más multilingüe, estos hallazgos subrayan la complejidad de la memoria lingüística y sugieren que aprender un nuevo idioma puede tener un impacto temporal en la fluidez de otros idiomas previamente adquiridos. A medida que el aprendizaje de lenguas se convierte en una habilidad esencial en la era global, entender estos efectos podría ayudar a desarrollar mejores estrategias para la adquisición y retención de múltiples idiomas.
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