TODAVÍA QUEDAN UNOS AÑOS

Así es la Super Dragon de SpaceX, la nave que destruirá la Estación Espacial

Dicha nave estará compuesta por una cápsula Dragon 2 y un enorme módulo de servicio dotado de 30 motores Draco para despegar a bordo de un cohete Falcon Heavy.

La NASA lanza una app móvil que permite localizar la Estación Espacial Internacional

La NASA lanza una app móvil que permite localizar la Estación Espacial Internacional Agencia EFE

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La Estación Espacial Internacional (EEI) ha sido un refugio para cientos de astronautas durante los últimos 23 años, pero sus días están contados.

El pasado mes de junio, la NASA anunció que había firmado un contrato con la empresa de Elon Musk, SpaceX, de 843 millones de dólares (unos 787 millones de euros) para desorbitar la EEI al final de su vida útil.

Esta semana, la NASA y SpaceX han compartido nuevos detalles sobre su plan, que involucra una nave espacial Dragon superpoderosa y extragrande que puede empujar a la EEI fuera de la órbita y en una caída en llamas hacia una tumba oceánica remota, probablemente en 2030.

Como se puede observar en la siguiente imagen que ha publicado SpaceX en X, el vehículo es muy similar a la cápsula Dragon, no obstante, dicha nave estará compuesta por una cápsula Dragon 2 y un enorme módulo de servicio dotado de 30 motores Draco adicionales para despegar a bordo de un cohete Falcon Heavy.

Por otro lado, según los requisitos de la NASA, la nave debe tener un empuje superior a 3,24 kilonewtons para garantizar que el encendido final permita desorbitar la ISS sobre el Océano Pacífico, sin embargo, este empuje no puede ser superior a los 6,2 kilonewtons porque sino se corre el peligro de romper la estructura de la EEI antes de desorbitarla.

Además, de acuerdo a los requisitos de la NASA, el encendido final debe tener una Delta-V de 30 metros por segundo y una duración de 40 o 60 minutos, de esta manera, se asegurará la reentrada de la EEI.

Respecto a la fecha de lanzamiento, la misión debería despegar el 1 de mayo de 2029.

De momento, las agencias espaciales de Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá se han comprometido a financiar sus operaciones hasta 2030, mientras que Rusia ha informado que participará en este proyecto hasta 2028.

Para el futuro, algunas empresas privadas aeroespaciales como Blue Origin ya han hecho sus propuestas de construir posibles sustitutos para este mítico laboratorio que ha servido como hogar para los humanos desde hace casi un cuarto de siglo.

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