UNA FOTOGRAFÍA A 43 MILLONES DE KILÓMETROS
Así se ve la Tierra cuando te diriges hacia el Sol a gran velocidad
La sonda solar Parker, de la NASA, ha capturado una imagen de nuestro planeta, en el momento en que se encontraba a unos 43 millones de kilómetros de la superficie terrestre.
Publicidad
Los amantes de la astronomía, apasionados de las estrellas y del resto de cuerpos que flotan sobre nuestras cabezas, siempre habían imaginado poder divisar la Tierra sobrevolándola a decenas de kilómetros de altura. Es la imagen que nos ha llegado de las distintas expediciones espaciales realizadas y, por lo tanto, la que muchos quieren guardar para siempre en sus retinas. Lo que no habíamos visto jamás era una instantánea de cómo se ve nuestro planeta si ponemos rumbo al Sol, algo que ahora ha conseguido la sonda Parker.
La misión de esta nave no es otra que viajar durante siete años hasta completar un trayecto de solo ida que le sitúe a 6,2 millones de kilómetros de la superficie solar. Y aunque esa distancia nos parezca desmesurada, de completar ese objetivo estará siete veces más cerca de lo que estuvo la sonda que hasta la fecha ostenta el récord, la Helios-B.
Pero en su periplo hacia el Sol, donde se le ha encomendado aprender más sobre el viento solar (una mezcla tóxica de fuerzas magnéticas, plasma y partículas), Parker ha tenido oportunidad de fotografíar la Tierra y ofrecernos una imagen distinta de nuestro planeta.
Gracias a la instantánea que ha capturado la única cámara con la que está equipada esta nave, podemos ver el planeta que habitamos como un punto brillante rodeado de un manto de estrellas. Los dos paneles de la imagen que realizó el instrumento, llamado WISPR (imagen de cuerpo amplio), provienen de los dos telescopios con los que está equipado este y que apuntan en direcciones diferentes.
Según explica la NASA, hubo un dato que les resultó llamativo: una extraña protuberancia en el lado derecho de la imagen. Tras examinar la fotografía descartaron que la Tierra estuviera deformada o tuviera una forma distinta a la que hasta ahora se le atribuía. Se trataba tan solo del borde de la Luna, que estaba colocada justo detrás de nuestro planeta en el momento en que se tomó la fotografía.
La sonda Parker realizó la imagen cuando se encontraba a más de 43 millones de kilómetros de la Tierra. Desde ahí, ha continuado su viaje hacia su destino, el Sol, después de reajustar la trayectoria; para ello, ocupó la fuerza gravitacional de Venus, planeta que se encuentra a esa distancia de la superficie terrestre.
Publicidad