Científicos rusos envían al espacio una estrella artificial que obstaculizará las observaciones astronómicas

El satélite Mayak ha sido enviado al espacio y, si todo va según lo previsto, en unos días se convertirá en una de las estrella más brillantes del firmamento, eclipsando a otros astros como Venus, Marte o Sirio.

Desarrollado por un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Moscú, el satélite ha llegado al espacio a bordo del cohete Soyuz lanzado desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajistán.

Una vez que alcance la posición planeada, el satélite desplegará cuatro reflectores triangulares formando una suerte de pirámide que ocupará unos 15 metros cuadrados. Hecho esto, y durante 25 días, servirá para calcular la magnitud aparente de otros objetos espaciales.

Además, también se empleará para estudiar las capas superiores de la atmósfera, obteniendo nueva información sobre la densidad del aire a gran altura. Y una vez que se cumpla su tiempo previsto en órbita, el satélite plegará sus velas y probará un nuevo sistema de frenado aerodinámico para retornar a la atmósfera.

Financiado a través de ‘crowdfunding’, el satélite ha levantado algunas críticas entre la comunidad astronómica que cree que durante su estancia en el espacio dificultará las observaciones y que puede causar problemas si no consigue retornar.