¿UNOS APERITIVOS ESPACIALES?
La ESA instala en Barcelona una granja para fabricar alimentos espaciales
El proyecto se engloba dentro del programa MELISSA de la Agencia Espacial Europea, que investiga la forma de obtener agua y comida en misiones espaciales de larga duración.
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El primer humano que ingirió comida en el espacio fue el soviético German Titov, en 1961. Antes, ni siquiera se sabía si una persona sería capaz de tragar alimentos en ausencia de gravedad. Hoy, los astronautas pueden disfrutar de una relativamente amplia gama de alimentos en formatos adaptados a la vida en el espacio.
Sin embargo, ¿qué ocurrirá cuando las misiones sean demasiado largas para llevar víveres suficientes?
Esta cuestión es la que trata de solucionar el proyecto MELISSA (de Sistema de Soporte Vital Micro-Ecológico Alternativo) de la ESA, que investiga la manera de generar alimentos, agua y oxígeno en el medio extraterrestre. En este contexto, la agencia europea ha creado en Barcelona una instalación para simular el proceso en la Tierra.
Se trata de un ecosistema cerrado, una especie de ‘granja’ que albergará seres vivos que no recibirán los cuidados habituales, ni recursos del exterior, y cuyos residuos deberán reducirse al máximo, regenerarse o reciclarse.
Uno de los alimentos más adecuados para una supuesta misión duradera son las cianobacterias conocidas comúnmente como Spirulina. Se trata de una fuente de proteínas que, mientras vive, genera oxígeno en la fotosíntesis. La NASA ya la ha incluido en la dieta de sus astronautas y el próximo mes de mayo el astronauta de la ESA Andreas Morgenssen volará acompañado por aperitivos elaborados con estos organismos.
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